Palma Real. Su nombre científico es Roystonea hispaniolana Bailey. Es nativa de nuestra isla y es muy parecida a palmas reales que crecen en otros países de las antillas mayores. Se puede encontrar en todo el Caribe, en América Central y en la Florida en bosques húmedos. Es el árbol Nacional de Cuba.
Son palmeras grandes, con un tronco solitario que alcanza 15 metros o más de altura.
Las raíces de estas palmeras se extienden profundamente hacia la tierra. Su tronco está relleno de una inmensa masa de fibras. Es liso, de color grisáceo y tiene la apariencia de una elegante columna, engrosado ligeramente a media altura.
Las hojas pueden alcanzar una longitud de un metro o más y forman un penacho o capitel que alcanza un diámetro de hasta 6 metros. Estas hojas están unidas al tronco junto con una yagua. Están compuestas por numerosos elementos foliares de color verde oscuro brillante.
Las flores son blancas, aromáticas. El fruto, llamado palmiche, es alargado, de unos 10 milímetros, color violeta y contiene una semilla.
La madera que se obtiene del tronco es dura y es muy usada en viviendas rurales debido a su gran resistencia. Las hojas se usan para artesanía y en Santo Domingo en Semana Santa son muy usadas para la celebración del Domingo de Ramos.
Las flores de esta palmera son fuente de néctar y polen para las abejas. Sus semillas son apreciadas para alimento de cerdos. Durante casi todo el año puede tener flores y frutos. Se reproducen por semillas.
Del corazón de su tronco se extrae el famoso palmito, que es usado en la cocina y es una agresión a la naturaleza, ya que debe eliminarse un ejemplar de esta palma para obtenerlo. Es un árbol de mucha importancia para las aves. La Cigua Palmera, que es el Ave Nacional de República Dominicana, construye su nido en la copa de la palma real.
La moneda de cobre de un Centavo de la República Dominicana del 1937 al 1961 lleva grabada esta palma.
Últimamente se están sembrando ejemplares adultos en isletas y parques de la ciudad de Santo Domingo.